El síndrome del ansioso: empresas que lanzan proyectos que luego no se miden, ni prosperan.
Cuando la ansiedad de ejecutar un cambio o un proyecto transformacional en una organización saltea la etapa de diagnóstico o sensibilización termina siendo uno de los motivos por los cuáles los cambios no se vuelven sustentables.
Muchas veces las organizaciones pasan por diferentes estadios, principalmente hay que diferenciar dos que son muy distintos y determinantes: hacer proyectos que tienen que ver con lo que creemos que la empresa necesita y planificar de acuerdo con lo que la cultura necesita.
Analizar un modelo de negocio desde un lugar netamente económico carece de un valor fundamental que es el hecho de entender que ese capital lo construyen las personas que lo integran, trabajar en pos de las personas que lo integran por decantación genera un buen negocio.
Una paradoja similar sería darle un modelo de negocio exitoso a un conjunto de personas desmotivadas ¿sería efectivo? la respuesta claramente es negativa. Es por eso que desde mi especialidad como facilitadora destaco la importancia de entender e identificar en que cultura de trabajo estamos sumergidos para comprender cuanto está preparada para introducir un cambio, una transformación o simplemente comenzar a trabajar con metodologías ágiles.
Tal vez el camino que propongo es un poco más lento que el que generalmente utilizan las empresas con el síndrome del ansioso, pero les puedo asegurar que permite ser más sustentables para que esos cambios no se conviertan en una sensación que se esfuma con el paso de los días, sino que se convierta de a poco en un hábito que formará en un futuro en el nuevo ADN organizacional.
Etiqueta:cultura ágil